Comprender los mecanismos de propaganda

Cómo se puede usar la propaganda para promover una agenda política

En su forma más básica, la propaganda es información sesgada o engañosa que circula a través de algún tipo de medio de comunicación con la intención de promover una agenda política o punto de vista. La propaganda deliberadamente no es objetiva y generalmente es parte de una campaña psicológica más amplia para influenciar a las personas hacia una opinión específica. Puede incluir mentiras directas o información y censura más sutiles.

La propaganda funciona aprovechando las emociones a través de imágenes, lemas y un uso selectivo de la información, o el control y la censura de los hechos.

Esto es especialmente cierto si la propaganda está siendo utilizada por un gobierno que controla los medios de comunicación mediante la censura o que posee y administra medios de comunicación, como fue el caso en la antigua Unión Soviética.

La diferencia entre la propaganda y los antiguos rumores es que la intención de la propaganda es subyacente, generalmente con una campaña organizada y financiada. La publicidad política de hoy en día, especialmente los anuncios de ataque que crean una impresión negativa sobre un candidato, puede caer dentro de la categoría de propaganda (aunque dichos anuncios generalmente se consideran menos siniestros que la propaganda patrocinada por el estado).

Famosos ejemplos de propaganda

Los ejemplos más obvios de propaganda ocurren durante las guerras cuando los gobiernos intentan unir a su pueblo contra un enemigo común. Durante la Primera Guerra Mundial, I y la Segunda Guerra Mundial, los carteles que representaban al enemigo como el mal se usaban comúnmente.

Esta técnica se consideró importante no solo para ganar la opinión pública , sino para convencer a los soldados de luchar en batallas a menudo sangrientas.

Si dicha propaganda tuvo efectos negativos a largo plazo todavía está en debate. Los apodos despectivos se les dieron a los enemigos en ambas Guerras Mundiales, y los carteles mostraban a los soldados japoneses y alemanes asemejándose a ratas o monstruos.

Durante la Guerra Fría, tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos usaron propaganda unos contra otros, para tratar de persuadir tanto a su propia gente como a aquellos del otro lado de quién tenía razón y quién estaba equivocado.

En la Cuba de Fidel Castro, la propaganda era un lugar común cuando reunió a los cubanos para abrazar el comunismo.

Usos no gubernamentales de propaganda

Sin embargo, no siempre es un estado o una institución que usa propaganda.

Las corporaciones, las organizaciones sin fines de lucro y las campañas políticas utilizarán técnicas muy similares a la propaganda para afectar el precio de las acciones o las condiciones del mercado, para promover una legislación o para hacer que un candidato rival se vea mal.

Puede ser tan simple como hacer circular un rumor sobre una compañía rival o sugerir algún error por parte de un candidato político. Incluso si la información no es cierta, si un medio de comunicación se entera de un rumor y comienza a hacer preguntas, puede ser difícil desviar el timbre, como dice el refrán.

Si un líder o político, especialmente el presidente, hace una observación engañosa o negativa sobre una empresa o persona, también puede tener el efecto de influir en la opinión pública en una determinada dirección.

Propaganda y noticias falsas

Propaganda ha tomado un nuevo giro con el surgimiento de los llamados sitios de noticias falsas. Los editores que buscan ingresos por publicidad a través de vistas de página crearán artículos de "noticias" incorrectos o engañosos con titulares sensacionalistas o controvertidos. Una vez que estos artículos comienzan a circular en las plataformas de redes sociales, puede ser muy difícil verificarlos o refutarlos.